Mutilar la ternura.
"Grupos de hombres con el agua ensangrentada a la cintura se dedican a matar uno a uno a los ejemplares atrapados utilizando hachas, lanzas, garfios y cuchillos que se hunden una y otra vez en el cuerpo de los cetáceos que tratan, desesperadamente, de escapar a su destino."
Escucha:
sus asombros se debaten
en el naufragio absurdo de la muerte
mientras clava el acero sus puñales
en conjuros de tala envilecida,
mientras desgaja silbos entre espumas,
mientras estalla en furias de intemperie.
Nadie sabe por qué,
nadie lo sabe,
nadie comprende el odio tumefacto
que incita a los arpones clandestinos
a mutilar
con brillos de relámpagos
su ternura enigmática y paciente,
ni hacia dónde se exilia la tristeza
como una azul fatiga
resignada
habitando el letargo de sus fiebres.
A través de las olas,
los delfines,
tributan indefensos corazones
a la violencia aguda de los vértices,
y descalzan sus cantos malheridos,
e interrogan al cielo irrevocable
con ojos de tinieblas inocentes.
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