Desnudas pestilencias.
“Las grandes industrias arrojan sus desechos al río, haciendo caso omiso a los convenios…”
En las tinajas vivas de los ríos,
los ríos de inquietudes y crecientes,
de distancias,
de múltiples ocasos,
negras vulvas de acero han desovado
sus aullidos de muertes en racimo.
Y anda un secreto sucio
entre los juncos
encendiendo una espera de neblinas…
y escamas pestilentes
cenagosas
flotando sobre olvidos infinitos.
Y hay códigos de estragos,
de vergüenzas,
desandando por huellas de humo ciego
su condena de fiebres y martirios,
y ejércitos de lunas aceitosas,
y coros de monedas,
y concilios
de máscaras falaces que perfilan
en el légamo cóncavo del cauce
-como un reino de lutos rigurosos-
la extenuada verdad de su exterminio.
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